Vivir desde el alma, es Aceptar, Fluir y Soltar.
Vivir desde el alma, es abrirse a todas las experiencias que llegan a nuestra existencia, sin etiquetarlas, ni enjuiciarlas.
Teniendo la certeza que su vivencia nos van a transformar, y aceptando fluir con lo que ocurre en cada momento.
Saber que tendremos retos que abordar, no considerándolos como problemas, sino como oportunidades de autoconocimiento.
Y esto nos permiten emerger partes de nosotros que desconocíamos y que celebran ser vistas.
Buscar el cambiar la mirada, el ver las cosas y seguir sorprendiéndonos.
Abriéndonos a nuevas experiencias, no buscando la repetición continúa, y viendo matices en cada circunstancia.
Ninguna situación o momento es igual a otro, es nuestra mirada la que lo considera así, pero cada momento es único e irrepetible
Vivir desde el alma es saber, que mañana serás distinto que hoy, sin añoranza.
Todo lo que se mueve, lo que fluye, está vivo, y lo que se estanca, se pudre.
Dejarte ser como un río que no pregunta por donde tiene que ir.
El río fluye por su cauce sin miedo, sabiendo que mientras hay movimiento, hay más vida.
El querer ser siempre el mismo, sin retos, sin soltar ideas o creencias, es como agua estancada
No convertirse en agua estancada, que por miedo al cambio deja de ser cristalina.
Que durante un tiempo está en calma, pero que con el paso del tiempo se corrompe por falta de movimiento, de apertura.
Vivir con el alma, es estar en la aceptación, en el fluir .
Es estar dispuesto a soltar aquello que ya no tiene sentido que permanezca, renunciar a sentirse seguro a cualquier precio.
Es tu decisión como vas a vivir¿.
¿Vas a repetir siempre los mismos patrones?
O, ¿Vas a fluir, y te vas a abrir a las experiencias?
De ti depende como va a ser tu vida, tú eres el protagonista, no sólo un observador, participa directamente de las experiencias.
!No te arrepentirás!
