.
TODO O NADA/BLANCO O NEGRO…. EL FRUTO DE LA FRUSTACIÓN
El pensamiento polarizado, es una visión de la realidad distorsionada. Es una interpretación errónea de lo que percibimos, y esto nos lleva a emociones y pensamientos limitantes que nos apartan del bienestar.
Para sentir más seguridad simplificamos la realidad, lo hacemos sin mucha consciencia, clasificamos nuestra realidad con palabras como: siempre, nunca, todo, nada, etc.
El pensamiento polarizado nos aparta de la neutralidad y el equilibrio. Es rígido, excluyente y radical. Nos victimiza o nos convierte en perseguidores.
Es una forma errónea de protegernos, en el pasado hemos tenido experiencias que hemos decidido clasificar como categóricas.
Por ejemplo, un amigo o amiga no ha estado cuando necesitábamos ayuda, pensamiento distorsionado “todo el mundo desaparece cuando lo necesitas”. Este pensamiento nos lleva a la desconfianza, el fin que busca es protegernos de futuras decepciones, pero lo que hace es sembrar en nosotros la desconfianza generalizada, nos victimiza y nos provoca malestar.
También nos convierte en perseguidores y juzgamos con falta de piedad a nuestros semejantes, poniéndoles la etiqueta de que “nadie es de fiar”.
Este tipo de pensamiento nos aleja de una realidad rica y llena de matices.
¿Cómo podemos soltar el pensar en blanco o negro, el pensamiento extremo?
Relativizando, cuestionando y reflexionando.
Hay indicadores que nos van a facilitar que tomemos conciencia que nos estamos polarizando. Toda frase que decimos que empieza por palabras absolutas, llevan detrás un pensamiento extremo. Las palabras clave son “nunca”, “siempre”, “todo”, “nada”, “jamás”.
Cuando hayamos dicho estas palabras sería bueno que reflexionáramos y viéramos que los nunca se pueden convertir en “casi nunca” o “pocas veces”… Los absolutismos nos dan una falsa seguridad, al ser excluyentes sentimos certezas, pero en contrapartida, limitan nuestra autonomía y capacidad de acción, empobreciendo nuestra visión de la realidad.
Te invito a que busques una mirada más neutra que te permita relativizar, vas a sentir ligereza y liberación.
¡Arriba los “quizás”, “tal vez”, “a menudo”, “a veces”…
Mirando la vida con más neutralidad.
.