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PESIMISMO DEFENSIVO
Eres pesimista? ¿Te pones siempre en lo peor? ¿Piensas qué si algo puede ir mal, va a ir mal?
Quizás eso se deba a lo que en psicología llamamos Pesimismo defensivo.
El fin de pensar siempre lo peor, es una forma de protegernos de posibles decepciones.
Es una fantasía de control, pensamos que previendo las cosas que pudieran ir mal, es como si en el caso de que así ocurra, sus efectos son menores.
Es un error en la percepción, las consecuencias no disminuyen de intensidad porque hayamos pensado en ellas, al contrario, las hemos sufrido doblemente, primero anticipándonos y luego vivenciándolas.
Cuando practicamos el pesimismo defensivo sentimos que nos estamos preparando a que se produzcan los peores escenarios, y que esto, en cierto modo, reduce nuestro dolor en el caso que así sea.
Tenemos la fantasía de que reducimos la intensidad de la decepción previéndola. Esto nos aparta de la ilusión, nos aparta del disfrute, y nos hace que veamos la vida en tonos grises.
Cuando nos hemos preparado para lo que podría ser un “fracaso o una consecuencia negativa”, y esto no ocurre, hemos tenido un sufrimiento emocional innecesario, ha sido un desgastE que no hace que la alegría o el placer de lo obtenido sea más intenso, pero en cambio hemos vivido un dolor emocional por unas consecuencias que no íbamos a sufrir.
Vivir esperando lo peor, hace que focalicemos nuestra mirada en lo que consideramos “negativo”, y no veamos dones, o belleza en las situaciones, ya que tendemos a filtrarla en tonos grises, no permitiéndonos percibir otros tonos. No todo es “bueno o malo”, depende mucho de nuestra interpretación, si estamos predispuestos a interpretar las situaciones como “negativas”, en cierto modo las convertimos en eso que pensamos.
Te invito a soltar el “pesimismo defensivo”, y vivir tu aquí y ahora, momento a momento, con sus penas y alegrías, y soltando “falsas protecciones” que te apartan de tu experiencia presente.
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