EL DARSE CUENTA
Cuando no sé lo que me pasa, no entiendo las dinámicas que manejan mi vida, ni los patrones que repito, entonces, nada cambia.
El primer paso del crecimiento personal, y la sanación terapéutica pasa por “darse cuenta”. Necesito tomar conciencia de lo que ocurre para ver que me hace daño, y entonces aprender estrategias para modificar lo que me aparte del bienestar.
Lo que no conozco, no lo puedo cambiar.
Muchas veces vienen personas a mi consulta a trabajar con un malestar difuso, que no saben cómo ni por qué, les atrapa y les aleja de la alegría y de la motivación. Lo primero que hacemos es un ejercicio de autoconocimiento, de dejar de funcionar con el piloto automático, y aterrizar para tomar consciencia de lo que está ocurriendo en su interior y a su alrededor.
Mirar hacia dentro y hacia fuera es el primer paso, lo que veo lo puedo cambiar, lo que está oculto me pesa y me quita fuerzas, y no lo puedo manejar. Una vez empiezo a entender, puedo pasar a aceptar lo que no está bajo mi control, y gestionar lo que sí depende de mi.
Comienza un ejercicio de gestión, pero también de soltar lo que no me corresponde.
Por tanto el primer paso para crecer en mi, para ser constructor/a de mi vida, siempre pasa por “darme cuenta”.
Abre los ojos, y empieza a ver.
