La autoestima

es una meta que parece difícil de alcanzar, y que todos en mayor o menor medida tenemos aspectos en los que nuestra autoestima es baja.

El amor hacia uno mismo se basa en dos pilares, el autoconocimiento, y la aceptación.

En muchas ocasiones, tenemos partes de nosotros que no conocemos,, que están enterradas en creencias limitantes.

Cuando a lo largo de tu vida te han clasificado y categorizado, y haz recibido tanta información de lo que supuestamente eres o no eres, a veces de difícil con todo esto, reconocer potencialidades propias que no han sido puestas en valor.

El primer paso para amarse, es conocerse, y soltar la mirada que los otros tienen de nosotros, para buscar nuestra esencia , y conocer de primera mano nuestras fortaleces y nuestras debilidades.

Adentrarse al autoconocimiento, y revisar nuestro autoconcepto, nos va a permitir tener una visión realista de nuestro ser, de nuestras capacidades y aptitudes.

Cuando inicias el camino de autoconocimiento y amor propio, aprendes a abrazar esas partes de ti que son debilidades, que refleja la grandeza de tu humanidad.

La completud de la persona pasa por integrar, asumir e incluso amar, aquellas facetas que se alejan de los ideales.

Las personas somos perfectamente imperfectas. Amar nuestras «imperfecciones», es amar la realidad, la grandeza del ser, la presencia, el ser más allá del parecer.

De ti depende amarte, pero para ello debes renunciar y alejarte de la esclavitud del monstruo de la perfección.

¿Estas dispuesto, dispuesta?